lunes, abril 03, 2006

Divergencias políticas

Hace poco tiempo, en un foro de Internet alguien intentó usar como argumento que un conjunto de países (llamémosles X para no entrar en polémicas...) estaban subdesarrollados o eran inferiores porque no existía ningún gobierno democrático en ellos. Por supuesto lo primero que hice fue reirme ante una estupidez semejante, pero mis risas se volvieron gestos de preocupación cuando vi que varios usuarios se agarraban a esa tontería como si realmente se lo creyeran...

Intenté explicarles que cualquier régimen político puede resultar válido en sus tesis, que la causa de que cualquiera de ellos falle en su objetivo (el del bienestar de una nación) es siempre el ser humano. Procuré explicarles que una dictadura (según la R.A.E.: Gobierno que, bajo condiciones excepcionales, prescinde de una parte, mayor o menor, del ordenamiento jurídico para ejercer la autoridad en un país) no es en ningún modo mala según sus tesis. La centralización del poder en una persona o grupo de personas agilizaría enormemente el papeleo y la toma de decisiones presente en otro tipo de gobiernos, permitiría a la gente vivir sin demasiadas preocupaciones y en paz. Por supuesto, esa persona o grupo de personas debería vivir para y por la sociedad. En nuestro caso sólo tenemos como ejemplo la dictadura de cierto personaje empeñado en tachar de masón comunista y fusilar a todo aquel que tuviera un pensamiento divergente al suyo. Sin embargo, me tacharon de fascista y neonazi...

Luego probé con el demonizado comunismo, según el cual no existe la propiedad privada sino que los bienes son propiedad común. Claro que hablar de algo así en una sociedad obsesionada por la posesión y los bienes materiales, donde no eres nadie si no tienes un coche o una estupidez semejante me valió el calificativo de rojo radical. La magnífica labor realizada por la antigua URSS o la China comunista, en la que la gente se pasa el día trabajando por tres comidas diarias y varios canales de dogmatismo gubernamental parecían darles la razón...

Por último, probé suerte con el anarquismo. En esta ideología se propone la desaparición del Estado y de todo poder, donde todas y cada una de las personas no tienen que justificarse ni explicarse ante nadie. Si, sin medios opresivos y con libertad para hacer cualquier cosa, respetando cada uno al resto de personas. Pero claro, en una situación así, no tardaría en degenerar todo a una ley de la jungla donde los más fuertes dominarían a los más débiles. Pero no veían este último punto como lo veía yo con mis ojos, y ahora me lanzaban a la vez gritos de "fascista" y "anarquista asesino" por igual...

Vi que exponiendo ideologías problemáticas no conseguía nada, así que intenté abordar algunos problemas de la democracia. Intenté explicarles que el predominio del pueblo en el gobierno político de un Estado que aclama la democracia no se limita a votar cada cierto tiempo por un partido de izquierda o derecha que una vez en el poder no se diferencian demasiado. Que el pueblo al que debería servir una democracia incluye a los indigentes y pobres que no pueden votar. Que los representantes del pueblo no deben decirle al pueblo qué es lo mejor para ellos, sino escuchar al pueblo que es lo que quiere. Que entrar en conflicto con otros régimenes políticos para liberar al mundo de éstos no es tampoco un principio democrático. Intenté seguir exponiendo cosas, pero ya nadie me leía porque las palabras "republicano" y, sí, otra vez "fascista" volvían a llenar el foro...

Y entonces me di cuenta. La historia siempre la ha escrito el que ha vencido. Uno se impone a otro y, para evitar problemas, lo demoniza hasta que parece representar al mal supremo y, a la vez, realza las virtudes propias y se inventa otras nuevas. Una de las pautas más viejas del comportamiento humano, uno de los objetivos principales de cualquier guerra, sigue vigente hoy en día, moldeando nuestra percepción de la realidad para el beneficio de unos pocos...