martes, abril 16, 2013

De dominadores y dominados...

 "Era el mejor de los tiempos y el peor; la edad de la sabiduría y la de la tontería; la época de la fe y la época de la incredulidad; la estación de la Luz y la de las Tinieblas; era la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación: todo se nos ofrecía como nuestro y no teníamos absolutamente nada; íbamos todos derechos al Cielo, todos nos precipitábamos en el infierno".
 
 Costaría explicar a un niño de nuestro actual o futuro sistema "educativo" si Charles Dickens escribió estas palabras ayer mismo o en 1859. De los múltiples temas que se trataban en esa novela, el menor de ellos no era la opresión de una mayoría por parte de una minoría. Espero no desvelar un gran misterio al afirmar que, efectivamente, la minoría vivía a cuerpo de rey gracias al esfuerzo, sudor y trabajo de la mayoría subyugada. 
 
 Tanto oprimía y aplastaba esa minoría elitista a la mayoría por no se sabe muy bien qué derecho divino, que a la mayoría oprimida se le hincharon los testículos sobremanera y decidieron librarse de la casta opresora utilizando un invento llamado "guillotina".
 
 Y por la guillotina pasaron todos los miembros de la casta dominante minoritaria, "buenos" y "malos" sin distinción salvo, imagino, alguno que se libraría con una buena demostración de la mejor parte del valor.
 
 Dickens no valoró en la novela el tiempo posterior al descabezamiento de la minoría dominante, pues creo que su intención era describir lo que sucede inevitablemente con la opresión. Y yo no me voy a meter donde Dickens no lo hizo, pero ahora me pregunto... ¿Habrá leído alguno de los políticos que nos pastorea a Dickens? Por curiosidad pregunto, claro.