viernes, noviembre 28, 2008

"cabrones hijos de puta"

Volvía de una excursión por la montaña bastante destrozado, sudado y con ganas de morir cuando vi que subía al tren un profesor del instituto. No recuerdo ni qué nos daba exactamente, valenciano o historia, pero sí recuerdo que era cojonudo: si había algún problema con un alumno, lo resolvía hablando y con un par de bromas; si te veía por el bar en vez de insistir en que fueras a clase y no "te la pelaras", se sentaba contigo y te invitaba a una Coca-Cola; y si tenía que decirle a alguien que era un "cabrón hijo de puta", pues se lo decía (tal vez por eso se ha pateado varios institutos a lo largo y ancho de la Comunidad Valenciana, o igual es que no tiene enchufes ni contactos de los que tirar...).

El caso es que nos pusimos a hablar y decidió desahogarse conmigo (señal de que no le ha llegado a sus oídos que ahora soy un ser maligno, sin duda), contándome los sufrimientos que había padecido estos últimos años. Tuvo la mala suerte de tener una clase en la que todos los alumnos eran gitanos que, a parte de tener las mismas ganas de estudiar y la misma educación que el resto de estudiantes, al mínimo toque de atención que les hacía se ponían a amenazarle con que le iban a rajar. Incluso más de una vez, según sus propias palabras, un par de "cabrones hijos de puta" le habían preparado un par de linchamientos al salir de clase (con la ayuda de todos sus familiares, claro) que se habían frustrado por la siempre atenta policía. En otros centros, siempre tuvo en clase a un par de "cabrones hijos de puta" que puteaban al resto de los alumnos. En otra ocasión, cuando se hartaba de los "cabrones hijos de puta" de turno los expulsaba para que los aguantaran sus padres. Sin embargo, los "cabrones hijos de puta" de sus padres venían al centro a amenazarle porque no tenía derecho a tirar a sus hijos y que les tenía manía e historias por el estilo.

Sin embargo, su frase más contundente fue que, sin embargo, los más "cabrones hijos de puta" no eran (siempre según sus palabras) los gitanos, los moros , los idiotas a los que sus padres dejan en las aulas para deshacerse de ellos o los propios padres, no... ¡Los más "cabrones hijos de puta" eran los ingleses! Se había enfrentado a hordas de gitanos rabiosos, a padres insultados y a los latin kings, pero los más maleducados, cabrones e hijos de puta eran los ingleses, que se sentían superiores al resto de mortales aunque fuesen (repito, según sus palabras, ¿eh?) poco más que la escoria de europa...

El instructivo repaso a la actualidad educativa acabó con una mención especial a los "cabrones hijos de puta" que, cansados de ser explotados por los "cabrones hijos de puta" de las empresas, se sacaban una plaza de profesor para vivir del estado, sin vocación y sin tener ni puta idea de cómo se ejerce su profesión. Cuando empezó a hablar de campos de concentración para los "cabrones hijos de puta" que iban al instituto sólo por obligación y que lo único que hacían era molestar a los pocos alumnos interesados en aprender, llegamos a Valencia y tuvimos que despedirnos.

Fue agradable comprobar que en estos tiempos de corrección política donde llamar a las cosas por su nombre y a las personas por lo que son, este hombre siga llamando "cabrones hijos de puta" a los que se lo merecen. Como tenía prisa y no pude invitarle a una cerveza por los viejos tiempos, le brindo este breve texto.

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