jueves, noviembre 23, 2006

El gilipollas de Otegui

Ya está. Si no lo escribo, reviento.

Se que, si me atengo a la Real Academia de la Lengua Española, el título de este texto es erróneo ya que gilipollas es sinónimo de tonto, mientras que el aguerrido caudillo de la izquierda aberchale (no se si estará bien escrito) dista mucho de serlo. No creo que alguien que aparezca todos los días en la televisión hablando en el nombre de un partido político ilegalizado (por, básicamente, correrse en los entierros de etarras muertos) al que, en vez de lincharlo o empalarlo en una farola, se le presta atención e incluso se toman sus palabras por verdaderas y sensatas pueda ser calificado de tonto. Tonto no, pero gilipollas sí, ya me entendeis.

Tampoco sería justo calificar a éste gilipollas y dejarse en el tintero al resto de personajes a los que no dudaría en aplaudir si decidieran emular al gran Kurt Cobain en su última actuación (no me refiero a cantar, claro) o, simplemente, se introdujeran analmente un cactus rociado con algún virus mortal de los que ni el Dr. House pueda salvarles... Sin mencionar nombres para no meterme en líos: el vaquero decidido a llevar la democracia a todos los rincones del mundo; el del bigote que aún cree que perdió las elecciones por razones que nada tenían que ver con su gobierno de mayoría absoluta; el que tiene apellido de currante del calzado que parece vivir en los Mundos de Yupi; los que profesan la religión esa que con sólo mencionarlos a ellos o a sus deidades (o profetas) se arremolinan delante de las cámaras con fusiles en el aire y gritando "muerte al infiel!"; los que profesan esa otra que se burlan de la anterior pero luego ante un chistecito con el papa se comportan igual; los coreanos aquellos que hacen trabajar a su pueblo 20 horas al día por 3 raciones de arroz blanco pero luego organizan y montan pruebas nucleares; los publicistas que intentan llenar tu cabeza de mierda; los abogados que defienden a cualquier asesino por dinero; y un montón de gente más que se merece un gilipollas como el de Otegui.

"Tanto gilipollas y tan pocas balas", creo que decían en alguna película... Pero este planeta está lleno de gente a parte de los gilipollas mencionados anteriormente. Y, claro, ¿toda esta otra gente no será también gilipollas por dejar que los otros gilipollas dirijan el mundo hacia su gilipóllico (si es que existe realmente ese adjetivo) final? Vaya, de tanto usar el término ya no se cuando lo he tomado en su sentido literal (tonto) y cuando en el otro (gilipollas).

Bueno, sólo quería dejar constancia de la opinión que me merece el tonto Otegui, al que veo cada día soltando mierda por la boca junto al resto de sus tontos e ilegales compañeros de su ilegal grupo. Creo que me he vuelto a confundir...

1 comentario:

  1. Anónimo11:50 p. m.

    el hijo de la gran reputa de Otegi. esa es la plabra exacta

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