miércoles, enero 11, 2012

Todos mienten

Tras escuchar la gran frase que nos dedicó nuestro amado monarca, la de que "la ley es igual para todos", no pude evitar pensar en un título como "El rey miente" o algo igualmente espectacular. Resulta que alguien al que La Constitución lo declara como una persona que "es inviolable y no está sujeta a responsabilidad" sale delante de todos los españoles diciendo alegremente que "la ley es igual para todos", y se queda tan tranquilo (algo por otra parte normal, pues los tiempos en los que el pueblo se indignaba y se plantaba en palacio con antorchas y guillotinas ya pasó). Sin embargo, dos razones me llevaron a buscar otro título más realista: la primera y más importante, no quiero acabar en Guantánamo u otro correccional similar, y la segunda es que sería bastante injusto.

Que nuestro campechano y benévolo monarca, herencia inamovible de la época del Caudillo, lea una frase alejada de la realidad no es algo exclusivo de la autoridad regia. Nuestro anterior presidente ZP, actual chivo expiatorio del nuevo gobierno y anterior residente del país del dulce y las piruletas, no tuvo rubor alguno en declarar también delante de todos los españoles que les había mentido cuando negó la crisis. Por supuesto, usó una verborrea más fina y poética ("tuve que elegir entre alarmar o dar esperanza, y elegí lo segundo" creo que fue su declaración) y de nuevo se quedó tan tranquilo (algo por otra parte normal, pues los tiempos en los que el pueblo se indignaba y se plantaba en La Moncloa con antorchas y bates de beisbol ya pasó).

Actualmente, parece que el récord lo tiene nuestro actual y comunicativo presidente Mariano. No hace falta navegar mucho para encontrarse con los enardecedores discursos leídos por Rajoy en los que expresaba su opinión y su negación sobre la subida de impuestos. Unos 100 días después, todo ha quedado en una simple intención y de nuevo se queda tan tranquilo (algo por otra parte normal, pues los tiempos en los que el pueblo se indignaba y se plantaba en La Moncloa con antorchas y porras ya pasó).



También podríamos repasar los muchos escándalos que hay por ahí en los juzgados por parte de dirigentes (de Valencia o Sevilla, por ejemplo) que sólo existen para los políticos del partido contrario, que nadie hable de los causantes de la crisis pero sí tengan claro quién la tiene que pagar o lo rápido que puede modificarse una Constitución cuando nos amenazan desde fuera; pero la idea es clara: TODOS MIENTEN y nosotros lo permitimos.

¿Será culpa de la patética clase política de este nuestro amado país, que no tiene la dignidad ni decencia suficiente para dimitir cuando la cagan y prefieren aferrarse a su puesto con uñas y dientes, aunque su sueldo lo paguemos entre todos? ¿Será el llano y simple pueblo el responsable, por dejar que les sodomicen y se burlen en su cara sin hacer nada (pues dejaron las antorchas y las armas) idiotizados por la televisión e internet? ¿Será culpa de Zapatero, de la Unión Europea y/o de "los mercados"? ¿O será, simplemente, que nosotros hemos olvidado quién pone a esa gente al mando y ellos que les pagamos para servirnos a nosotros y no a ellos mismos? Lo único que han demostrado con sus mentiras es, sin duda, que no tienen miedo del pueblo...

2 comentarios:

  1. Anónimo7:23 p. m.

    Tienes toda la razón

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  2. Pues hoy tienes otro trago y de los gordos, de esta nos ahogamos.

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